Comentario
LIBRO DE POEMAS
CECILIA RUBIO
GLUCK LIBROS -2021
Por Ingrid Odgers Toloza
Escribir
la vida sigue siendo una esfera inaccesible y,
sin
embargo, sigue siempre impulsando el deseo de narrar, de comprender. Dosse.
Complejo y atractivo libro de Cecilia Rubio de tono formal, íntimo y
con chispas de sorna. Su escritura es armónica y potente.
En esta obra, escrita como una obra única, contempla fragmentos en
prosa poética, poemas, breves crónicas, la autora reflexiona. Recuerda la
infancia, sus autores predilectos, la llamada generación de los ochenta y otros
eventos de su vida, como el estallido y la pandemia.
Parte I
Como un mueble inútil
-La mención del abrigo de Akaki Akákievich.
La
autora hace un guiño a la sociedad aspiracional donde los objetivos se centran
en vivir a través de cosas materiales, perdiéndose en el camino el verdadero
sentido de la felicidad. Utiliza un buen ejemplo como el protagonista del
relato El capote, del ruso Nikolai Gogol, que es una alegoría al sistema
moderno. Pero ¿quién es él? Akaki Akákievich, un mediocre e insignificante
funcionario del gobierno zarista que trabaja en una oficina de administración
pública. Su mundo cambia ante la perspectiva de tener un nuevo capote, un
abrigo que reemplace la piltrafa que él usa y que ya no tiene arreglo. Sueña
con eso, ahorra, realiza innumerables esfuerzos hasta que lo logra, se manda a
hacer un capote a la medida. Quizás no es tan lujoso como el de otros
funcionarios de mayor escalafón, pero aparenta una nueva vida, un estatus que no
tiene. Es el capote o no es nada.
Magdalenas
Tenía
casi a diario la experiencia proustiana del olor. La primera vez limpiaba el
piso y de pronto tenía unos seis años y en casa se preparaba la
cena de Navidad. Fue una visita larga, de la que emergió algo
molesta sacudiendo la cabeza. Miró detenidamente a su alrededor
buscando explicaciones de haber visto vivos a los muertos, se fijó
entonces en el envase del líquido limpia pisos y leyó: olor a pinos.”
(p.26)
-Prosa
1973 i 1973 ii:
-El
temor a la muerte – el temor al registro. Enterrando la colección de libros de
poemas de Machado. Recordemos que la literatura en dictadura se censuró por tener
finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación
ideológica, “propia del accionar subversivo”.
1973i
Una mañana mi madre salió temprano y volvió con juguetes: lazos
con mangos de madera para mi hermana y para mí, y un camión de
colores para el más pequeño. Nos fuimos a jugar al patio, yo estaba
contenta, pero de todos modos extrañada, así que le pregunté a mi hermana por
qué mamá nos hacía esos regalos en un día cualquiera; ella me dijo
que era para que no nos diéramos cuenta de que íbamos a morir”. (p.36)
1973 ii
Aún conservo el pequeño libro que escondí a los siete años, mientras
mis padres juntaban la colección para enterrarla en el fondo del patio. Son los
poemas de Antonio machado, en cuya primera página estampé una firma
estrafalaria, que denotaba la decisión de apropiármelo y daba sustento a mi acto
de infantil rebeldía. Menos mal que nunca llegaron a registrar la casa. (pag.37)
PARTE II
La
obtusa muerte y otras parafernalias
En
esta parte la poeta recuerda el estallido social.
Instrucciones para balear
Mire con atención y disponga su arma de servicio para operar: si
lo primero que usted ve de la persona a ser baleada es su espalda, no dispare.
Aténgase a la misma instrucción si la persona a ser baleada realiza el
movimiento de correr en sentido opuesto al suyo. Sí, en cambio, usted ve a la
persona de frente, en movimiento hacia usted, o detenida, observe sus manos
para detectar si porta algún objeto con el que pueda dañarlo a usted de manera
considerable. Si esto es así, busque donde guarecerse o, de lo contrario, con
un movimiento rápido, dispare a sus pies. Pero si la persona a ser baleada se encuentra
detenida y no posee ningún objeto, observe su rostro, especialmente sus ojos. Y ahora dirija su voz hacia usted mismo y
dígase lo que todos queremos oír: no soy capaz de disparar a una persona
indefensa, menos en sus ojos. (p. 51)
La
vida breve.
Teatro
Entré a la sala ya
oscura, no había dónde sentarse, pisando y tanteando llegué a sentarme en un peldaño. Eso fue justo cuando
la mujer coja arrastraba una maleta por
un eriazo y un hombre la seguía, insistiendo en ayudarla; justo cuando
empezó a sonar el Adagio 1[i]. La escena era oscura
como la sala y la música a todo volumen
retumba en mi pecho todavía, astillándolo. Hacía poco tiempo que yo
había llegado a Santa María y la escena me impactó como un presagio: un
trigrama perfecto – el del arte – lo
formaban Albinoni, Kafka y Orson Wells, y el otro era el trigrama de la desdicha, y en eso también
eran perfectos mayo, la humedad y los eriazos” (p. 92).
Utilización
de Biografemas. 2[ii],
una de las líneas de este libro.
La
autora recurre al uso de biografemas, recordamos entonces aquí al escritor francés
Serge Doubrovsky, quien en 1977, publicaba su novela Hijos y acuñaba el término
autoficción, definiendo su libro como una “ficción de acontecimientos
estrictamente reales”, y a Vincent
Colonna, discípulo de Genette, en Autofiction et autres mythomanies
littéraires (2004) define la autoficción como la invención literaria de una
existencia, la ficcionalización del yo, es decir, hacer del yo un elemento
literario, un sujeto imaginario.
Como
explica James Strachey (1976: 57), el escrito de Freud sobre la vida de
Leonardo Da Vinci fue muy mal recibido, como tantas otras de sus publicaciones.
A pesar de ello, hacemos referencia a él porque es indudable que la biografía y
el psicoanálisis se han retroalimentado de una forma provechosa para ambos. Con
la propuesta biografemática nos sumamos al interés de Freud por la
desmitificación de los grandes personajes, sin compartir su excesiva preocupación
por la causalidad monolítica 3[iii].
[i]
es una pieza neobarroca para cuerda y órgano en
sol menor. Esta obra fue originalmente atribuida al compositor veneciano del
siglo XVIII Tomaso Albinoni, pero en realidad fue compuesta en 1945 por el
musicólogo italiano Remo Giazotto.
[ii] En el contexto de crisis y
transformación en las disciplinas humanísticas, concretamente en la transición
entre el estructuralismo y el posestructuralismo a finales de los años sesenta
y principios de los setenta, donde aparece el concepto de biografema, acuñada
por el filósofo y semiólogo francés Roland Barthes.
[iii] La causa es, sin duda, un elemento fundamental para
comprender cómo se producen ciertas relaciones entre sucesos de la realidad:
abundan los argumentos basados en relaciones causales que buscan dar cuenta de
cómo y por qué ocurren muchos fenómenos. También existen estrategias de
intervención en la naturaleza y tentativas de predicción que tienen esa misma
base. Así que la causalidad tiene un importante papel en algunas formas de
explicación.
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