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sábado, 16 de julio de 2011

LA SOLEDAD DE LOS NUMEROS PRIMOS


Paolo Giordano  y el peso de las consecuencias.
Comentario de Ingrid Odgers
LA SOLEDAD DE LOS NUMEROS PRIMOS
Editorial Salamandra, 2009
La obra de Giordano (Turín, 1982), se inicia en la infancia de Alice y Mattia, años 1983 Y 1984, respectivamente. Vemos a Alice, presionada por su padre, a asistir a clases de esquí,  luego conocemos la familia de Mattia, hermano gemelo de una niña llamada Michela, de capacidades diferentes. Una hermana que lo avergonzaba pero que él cuidaba y quería. Pronto nos vemos trasladados a un colegio, han transcurridos casi nueve años. En ese ambiente, adolescente y escolar, Mattia y Alice se conocen inconsciente y casualmente.
Esta novela no sólo está marcada por el peso de las consecuencias, al decir de Alice, sino por el peso de la incomunicación, la carga de los traumas y cómo inciden en la toma de decisiones en la vida, en todas las áreas de la vida. Impulsan y crean desencuentros, temores, inseguridad, prisiones dolorosas, invisibles, agudas.
En el principio nos vemos desconcertados por los acontecimientos, nos preguntamos a dónde nos conduce el autor, convertido en narrador omnisciente. Encontramos las historias patéticas, la escritura fría, cruda, áspera. Casi al final, conocida la adolescencia, aquellos hechos ocultos, sorprendentes y a ratos humillantes de esa época, se da un transporte rápido, ágil a las emociones, a sentimientos, a deseos, a dudas y conclusiones sorprendentes.
Mattia, un chico genio, brillante, un futuro doctor en Matemáticas y Alice, niña minusválida, futura fotógrafa, ambos con traumas casi imposibles de llevar logran salir adelante. El cómo lo hacen, deja al lector(a), con una sensación de  desazón, de incertidumbre.
Paolo Giordano, me recordó a ratos a  Elfriede Jelinek. Tal vez por eso el éxito de su novela.
La soledad de los especiales números primos se asemeja mucho a la soledad de los artistas.

Nota:
El título proviene de la noción de Mattia (él es un aficionado a las matemáticas) que Alice y él son "primos gemelos", como 11 y 13, o 17 y 19, los individuos solitarios que estarán ligados para siempre, pero siempre separados.

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