LEYENDO A CLARICE LISPECTOR
LA HORA DE LA ESTRELLA
Editorial Corregidor – 2011
Primera edición,
1977
Pues en la hora de la muerte las personas
se vuelven brillantes estrellas de cine, es el instante de gloria de cada uno y
es como cuando en el canto coral se oyen agudos sibilantes.
La hora de la estrella. Clarice Lispector
La novela narra la
historia de Macabea, una migrante nordestina que es dactilógrafa y vive en Río
de Janeiro. Con esta historia, Clarice recobra parte de su pasado (su infancia transcurrió
en Maceió y Recife).
El que habla acá es Rodrigo
S.M. Este intercesor es novelista, hombre de letras y comparte la misma clase
social de Clarice. Se parecen ambos en muchas cosas salvo por el hecho de que
Rodrigo es un hombre: para narrar la historia, Clarice se deshace de su
condición genérica.
Clarice es la “autora”;
Rodrigo, “narrador”; Macabea, “dactilógrafa”: los tres, a su manera, escriben y
es en la escritura que la novela se plantea el problema ético y literario de la
narración del otro (Rodrigo es un otro de Clarice, así como Macabea lo es de
ambos).
“Estoy absolutamente cansado de la
literatura” escribe el narrador, Rodrigo. Durante toda la novela, Clarice se
mantiene fiel a su principio de construcción del personaje de Macabea. Macabea
es la mujer sin atributos, desde el comienzo hasta el final, porque hasta su
único momento de brillo no viene de ella misma sino de Nuestra Señora de la
Buena Muerte.
Rodrigo, el personaje narrador construido
por Clarice, expresa:
Y
fue entonces que pensé en escribir sobre la realidad, ya que ésta me supera.
Las primeras páginas
contienen una explicación del ser escritor que mueve a Rodrigo, sus
incertidumbres, algunas excusas y/o explicaciones, del por qué escribe. Es como
si estuviera dictando un breve taller narrativo, donde él como escritor, que
sabe y no sabe (escribir) nos va diciendo su forma de escribir o cómo intenta
hacerlo.
Perfila a la mujer nordestina, tristemente pues la proyecta fea y
tonta…etc.
Es como la antítesis del personaje anhelado por cualquier lector/a.
Respecto a este punto transcribo: “ella es como una cachorra vagabunda
teleguiada exclusivamente por sí misma”.
Rodrigo crea a esta Macabea, una persona física y común y relata los
hechos donde ella se mueve, su trabajo, unos pocos amigos, de repente un novio,
que luego su amiga le quita.
Es la típica mujer inocente, poco conocedora del mundo y escasa
cultura, donde prima la inocencia y la extrema rutina, muy oscura, solitaria y
sin destino.
El ambiente es sombrío y transitan como sombras gigantes la incertidumbre,
la pobreza, la soledad.
Una escritura nada fácil, que nos relata La hora de la estrella, como
metáfora de la muerte.
Si desea reflexionar es este su libro, si desea entretenerse, busque
otro libro, otro autor/a.
La escritura de Lispector brilla como siempre.
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