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sábado, 29 de febrero de 2020

LEYENDO NOVELA LOS VIGILANTES DE DIAMELA ELTIT




LEYENDO NOVELA LOS VIGILANTES

DIAMELA ELTIT
SEIX BARRAL BIBLIOTECA BREVE-2020

Por Ingrid Odgers T.


Estamos en presencia de una novela breve, de sentido simbólico, difícil de entender sino se logra encontrar en la reflexión profunda, las claves de lo que la autora quiere transmitir.

Tenemos un hijo, un padre ausente, una madre, una suegra. La atmósfera de la novela es “esa aura que pervive en el relato y poseerá al lector”, según palabras de Cortázar. Se manifiesta en un conjunto de cualidades y efectos producidos en el espacio que rodea a un personaje o que se respira en un texto.

Acá tenemos, una casa, una madre que vive con su hijo, que no se comunica con él y un invierno grisáceo que todo oscurece y amenaza. El niño, no sabemos la edad, tiene capacidades diferentes y lo han expulsado de su escuela. La atmósfera es muy densa, se respira un ambiente pesado, oscuro, opresivo. A este angustioso ambiente de la narrativa de Eltit, se suma el hambre y es que la pobreza se hace carne en estos dos seres abandonados, solitarios, incomunicados y grises.

La mujer, se dedica a escribir cartas al padre, el lector/a, es solo es testigo de las que ella responde.

En la obra, la vigilancia se representa por medio de una ausencia que solicita  explicaciones detalladas del accionar de la familia y que obliga literalmente a la madre a escribirlas.

Ella escribe siempre a la defensiva, explica, se justifica constantemente, su conducta, su vida, etc. El hombre la amenaza, debe ajustarse a sus deseos. Se siente vigilada no solo por este hombre ausente sino por la madre, su suegra. Leemos la voz del hijo, utiliza un lenguaje asombroso, realiza juegos extraños, no obstante, piensa y parece tener un juego inteligente con unas raras vasijas. Se da cuenta de todo y cómo su madre es dañada por él, por su condición.

La mujer se siente vigilada, y no es raro ya que vigilan suegra y vecinos. Todos le piden cuentas respecto a las visitas que recibe, hambrientos que acoge para que no mueran.

Una novela estremecedora que advertimos nos habla de la dominación del hombre sobre la mujer.

El hijo representa la resistencia, nada es normal en él, pero no está enfermo, tampoco loco. Ha encontrado la forma de escapar del control y es que no se somete al padre.

¿Buscará la mujer la forma de escapar a ese control dañino y voraz?

Palpamos el sufrimiento de la mujer ante la gran opresión, ante el continuo y excesivo cuestionamiento de su actuar.

Una gran novela, con un mensaje hermético que trastoca y lleva a reflexión. Es inevitable sentir un gran e intenso dolor.

Diamel Eltit, una de la más relevante escritora chilena, nos sorprende nuevamente.

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