"Mal de amores", es la segunda novela, publicada en el año 1996. Mastretta obtuvo el prestigioso premio Rómulo Gallegos en el año 1997. Es, hasta hoy, la única mujer que lo ha conseguido..
En Mal de amores, la autora nos introduce en una historia de amor en que la protagonista, Emilia Sauri, ama a dos hombres a la vez, su marido, perfecto retrato del sosiego, la paciencia y su amante, ícono de la pasión desbordada. La novela está ambientada en el México pre y post revolucionario, es decir, fines del siglo XIX y comienzos del XX. Emilia Sauri es una mujer fuerte, liberal, amante, la antítesis de la mujer de esa época. Es un personaje merecedor de toda credibilidad para el lector. Comprendemos sus impulsos; entendemos el "mal de amores" que la lleva a mantenerse a través de años enamorada de su primer amor.
La protagonista rompe los paradigmas de la época. Hace lo que quiere. Ama con toda sus fuerzas. Nos enfrentamos con situaciones y hechos en que muchas mujeres se pueden ver reflejadas y a eso, creo, apunta la autora, a que la mujer abra los ojos, luche por lo que desea y lo alcance.
La narrativa de Angeles Mastretta es literatura en que las mujeres son los personajes principales. No diría que es feminista, si no que es femenina y muy aconsejable para los varones. Aprenderían bastante del alma de las mujeres. No dejarían de sorprenderse, existe mucho más tras una bella silueta femenina, tras un bello rostro y unas largas piernas. Queda abierta la invitación: intenten descubrir el enigma de “Mal de amores”. Será útil para no menospreciar al género, las enormes potencialidades, el temple, su arrojo. Coraje que cada mujer lleva en sus venas, en la sangre desde el vientre materno y demuestra en el curso de la vida enfrentando la adversidad, siendo tronco, rama y fruto de la familia. Seno y pan. Y amor. Entrega total.
Retornemos a la novela, tenemos a Daniel Cuenca el revolucionario, el amor de toda la vida de Emilia Sauri y su polo opuesto, el médico Antonio Zavalza, su marido. Emilia es incapaz de negarse a seguir a Daniel por medio país aunque aquél esté dispuesto a abandonarla por la causa superior, el bienestar de la patria. El otro amor espera pacientemente, afanado en su clínica, el instante en el que Emilia Sauri, requiera de su amor y busque refugio en el bondadoso corazón que habita en él y lo mueve con sabiduría. Ambos la aman. Leerlo y decirlo provoca asombro irreprimible, como para exclamar qué afortunada es Emilia. Ella no es una mujer común, deja con su accionar una lección que muchas mujeres habremos de aprender y/o aprehender, o ambas cosas a la vez. Vivir y actuar con pasión, en la familia, en lo profesional, en lo sentimental.
Esto lo manifiesto pues, México no tuvo una revolución exitosa. No pudo liberarse de un dictador, Porfirio Díaz, sin embargo nuestros ojos observan admirados el desenvolvimiento de Emilia. Observamos en esta obra: vida de provincia, esperanza y fuerza e ímpetu a raudales y no sólo amoroso si no ardor por adquirir derechos y libertad.
El amor se sufre tanto como la guerra. Sublime y desgarradora intensidad transitan por las páginas donde la protagonista dice una frase que es actual, presente, real y por lo mismo, dolorosa: la política saca lo peor de los hombres y las guerras vuelven poderosos a los peores hombres. La política fue siempre una de las yerbas importantes de los guisos servidos en casa de los Sauri y no por ello esta narrativa de Mastretta carece de sensualidad, sugerencia y desenfado. Queda preguntarse: ¿cuántas Emilias existen en el planeta?
La hija de Diego Sauri, la de Zavalza, la de sus hijos, la de la piedra bajo la almohada, la del árbol, la del tren, la médica, la boticaria, la viajera. ¿Cuántas?, ¿Cuántas Emilias? o ¿Habrán de multiplicarse?
Ustedes han de juzgar. Yo, recomiendo esta obra.
NOTA BIO-BIBLIOGRAFICA
Escritora mexicana nacida en Puebla. Licenciada en Periodismo, su primera novela Arráncame la vida (1985) fue elogiada por la crítica y fue un suceso de ventas. A ésta siguieron entre otras, Mujeres de ojos grandes (1995) y Mal de amores (1997). Es catedrática de la Escuela Nacional de Estudios Políticos de Acatlán y colaboradora de las revistas Nexos, Excelsior, Unomásuno, La Jornada, Proceso y Ovaciones. Autora de singulares novelas en las que se combinan las caricias del buen amor con las posibilidades de ser feliz, muestra a las mujeres como depositarias de una sabiduría femenina anterior a toda revolución emancipadora.
En Mal de amores, la autora nos introduce en una historia de amor en que la protagonista, Emilia Sauri, ama a dos hombres a la vez, su marido, perfecto retrato del sosiego, la paciencia y su amante, ícono de la pasión desbordada. La novela está ambientada en el México pre y post revolucionario, es decir, fines del siglo XIX y comienzos del XX. Emilia Sauri es una mujer fuerte, liberal, amante, la antítesis de la mujer de esa época. Es un personaje merecedor de toda credibilidad para el lector. Comprendemos sus impulsos; entendemos el "mal de amores" que la lleva a mantenerse a través de años enamorada de su primer amor.
La protagonista rompe los paradigmas de la época. Hace lo que quiere. Ama con toda sus fuerzas. Nos enfrentamos con situaciones y hechos en que muchas mujeres se pueden ver reflejadas y a eso, creo, apunta la autora, a que la mujer abra los ojos, luche por lo que desea y lo alcance.
La narrativa de Angeles Mastretta es literatura en que las mujeres son los personajes principales. No diría que es feminista, si no que es femenina y muy aconsejable para los varones. Aprenderían bastante del alma de las mujeres. No dejarían de sorprenderse, existe mucho más tras una bella silueta femenina, tras un bello rostro y unas largas piernas. Queda abierta la invitación: intenten descubrir el enigma de “Mal de amores”. Será útil para no menospreciar al género, las enormes potencialidades, el temple, su arrojo. Coraje que cada mujer lleva en sus venas, en la sangre desde el vientre materno y demuestra en el curso de la vida enfrentando la adversidad, siendo tronco, rama y fruto de la familia. Seno y pan. Y amor. Entrega total.
Retornemos a la novela, tenemos a Daniel Cuenca el revolucionario, el amor de toda la vida de Emilia Sauri y su polo opuesto, el médico Antonio Zavalza, su marido. Emilia es incapaz de negarse a seguir a Daniel por medio país aunque aquél esté dispuesto a abandonarla por la causa superior, el bienestar de la patria. El otro amor espera pacientemente, afanado en su clínica, el instante en el que Emilia Sauri, requiera de su amor y busque refugio en el bondadoso corazón que habita en él y lo mueve con sabiduría. Ambos la aman. Leerlo y decirlo provoca asombro irreprimible, como para exclamar qué afortunada es Emilia. Ella no es una mujer común, deja con su accionar una lección que muchas mujeres habremos de aprender y/o aprehender, o ambas cosas a la vez. Vivir y actuar con pasión, en la familia, en lo profesional, en lo sentimental.
Esto lo manifiesto pues, México no tuvo una revolución exitosa. No pudo liberarse de un dictador, Porfirio Díaz, sin embargo nuestros ojos observan admirados el desenvolvimiento de Emilia. Observamos en esta obra: vida de provincia, esperanza y fuerza e ímpetu a raudales y no sólo amoroso si no ardor por adquirir derechos y libertad.
El amor se sufre tanto como la guerra. Sublime y desgarradora intensidad transitan por las páginas donde la protagonista dice una frase que es actual, presente, real y por lo mismo, dolorosa: la política saca lo peor de los hombres y las guerras vuelven poderosos a los peores hombres. La política fue siempre una de las yerbas importantes de los guisos servidos en casa de los Sauri y no por ello esta narrativa de Mastretta carece de sensualidad, sugerencia y desenfado. Queda preguntarse: ¿cuántas Emilias existen en el planeta?
La hija de Diego Sauri, la de Zavalza, la de sus hijos, la de la piedra bajo la almohada, la del árbol, la del tren, la médica, la boticaria, la viajera. ¿Cuántas?, ¿Cuántas Emilias? o ¿Habrán de multiplicarse?
Ustedes han de juzgar. Yo, recomiendo esta obra.
NOTA BIO-BIBLIOGRAFICA
Escritora mexicana nacida en Puebla. Licenciada en Periodismo, su primera novela Arráncame la vida (1985) fue elogiada por la crítica y fue un suceso de ventas. A ésta siguieron entre otras, Mujeres de ojos grandes (1995) y Mal de amores (1997). Es catedrática de la Escuela Nacional de Estudios Políticos de Acatlán y colaboradora de las revistas Nexos, Excelsior, Unomásuno, La Jornada, Proceso y Ovaciones. Autora de singulares novelas en las que se combinan las caricias del buen amor con las posibilidades de ser feliz, muestra a las mujeres como depositarias de una sabiduría femenina anterior a toda revolución emancipadora.
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