LA CASA ALEMANA
Annette Hess
Editorial Planeta
AÑO 2019
Por Ingrid Odgers Toloza
La historia se
ubica cronológicamente en 1963, en tiempos de pleno resurgimiento económico de
la Alemania Occidental. En las vísperas de los juicios de Frankfurt, en los
cuales, 318 testigos —el incluyendo 181 sobrevivientes de Auschwitz— dieron su
testimonio. En ese tiempo, Alemania le daba prioridad a la construcción del
futuro.
La novela se
presenta lenta y superflua en sus primeros capítulos, la exposición de la
protagonista, su familia y la cotidianidad de sus personajes, es decir sus actividades
habituales, en la medida que se va profundizando su lectura, nos daremos cuenta
del trabajo que le corresponde a la protagonista o en el trabajo que se
involucra y cómo este le permite ir dándose cuenta de los lazos que tiene con
sus padres. En esta obra, reviviremos los hechos del campo de concentración y
el campo de exterminio dirigido por los nazis, es esta una novela que requirió
de parte de la autora una extensa y prolija investigación de los
acontecimientos.
Los hechos
realmente acontecidos van a su vez ligado a una historia paralela, la parte
romántica de la escritura, las actividades de las familias, sus fortalezas y
debilidades, y se teje una red literaria por la cual, Hess describe los
personajes secundarios que nos acompañarán toda la obra. La escritura de
Annette Hess, es muy clara, directa, y nos traslada a La Casa Alemana, atrayéndonos
con la trayectoria, el camino que realiza la protagonista.
En esta obra se
da cuenta del autoritarismo existente en Alemania, el machismo se hace
presente, pero no es una novela feminista, sino una obra que relata hechos
reales a través de una historia, (la protagonista y su familia) ficcionada.
La memoria
histórica es imposible aplacarla o hacer caso omiso de ella.
La narración
trae a la arena no solo a los monstruos bien conocidos del Holocausto, también
señala a quienes lo hicieron posible por omisión.
En el fondo lo
que quiere decirnos la autora que todos los alemanes son responsables de lo que
ocurrió en esos campos, estaríamos hablando entonces, del pecado de omisión si
lo vemos desde un punto de vista religioso, desde el punto de vista literario,
hablaríamos de “complicidad”, es decir, todos, de una u otra forma son
cómplices de la desgracia nazista que se vivió en el país.
Una buena novela. Necesaria para el fomento literario y cultural de la juventud universal.
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