A Roma con Amor crítica

Woody Allen nos ofrece una nueva escala en su viaje por las capitales europeas. Si cada película es una cita para la ciudad con el cineasta, Roma no puede estar nada contenta con un Allen cansado y distraído que parece tener la mente aún en su apasionado y extraordinario romance con París que nos ofreció el pasado año. Javier Lacomba Tamarit

El neoyorquino opta esta vez por mostrar de forma paralela una serie de historias de supuesta moraleja, encadenando un conjunto desigual y de nivel irregular. Mientras que la historia en la que interviene como actor -recurrir a si mismo para elevar el nivel parece una pista de la poca fe en su propia película- es llevadera y tiene cierta gracia amparada en esos diálogos autoparódicos que a Allen parece salirle de la pluma ya con notable facilidad después de tantos años de escribir e interpretar al mismo personaje, el resto de episodios son perezosamente planteados y resueltos.

Si en 'Midnight in Paris' Allen empleaba la introducción de lo irreal y su aceptación en la trama como algo natural, aquí lo emplea a través de recursos facilones para contar anécdotas alargadas sin pizca de calado, ni dramático ni cómico.

No puede ser más obvio ni cansino los caminos por los que transcurren la historia del joven arquitecto y la actriz amiga de su novia, ni la de ese Roberto Begnini que nos quiere mostrar una supuesta parábola sobre la etiqueta de la fama y sus consecuencias. Tampoco la teórica comedia de enredos de un solo trazo en la que interviene Penélope Cruz en un papel aguado y sin gracia.

Allen opta, y esto es distinto a sus anteriores propuestas turísticas, a dar más peso a los actores autóctonos en su filme, de tal manera que quien se acerque a la siempre recomendable versión original descubrirá que gran parte del mismo está rodado en italiano.

Pero más allá de ese pequeño cambio que no puede prejuzgar el resultado final, 'A Roma con amor' es una carta desdibujada, anodina, y con trazos perezosos a esa maravillosa ciudad eterna que merecía algo mejor.