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martes, 17 de junio de 2025

CONTRAPESO LIBRO DE ANTONIA SANDOVAL

 

PRÓLOGO
CONTRAPESO

ANTONIA SANDOVAL

EDICIONES LA OTRA COSTILLA 2024





¿a qué viene tanto absurdo pavoneo y afectación?

¿por qué arropamos todo lo que decimos con un énfasis especial

cuando lo único que hace falta es limitarse a decir aquello que debe decirse? “La muerte de un héroe” (Bukowski [2002] 2005

Se abre el libro y encontramos:

Estoy hasta la coronilla

Tanto que se estruja mi cabeza

Me brotan los gusanos

Se astilla mi cerebro

Ya no siento

La tomo desde arriba

Pateo mi tiara

Resurjo

Me despliego como damisela

Me emputo

Recuerdo el origen del emputecimiento

Y escupo…

 

En este libro de poemas, no encontramos belleza ni paisajes suaves que nos dulcifiquen el alma. La obra de Antonia es una mirada a lo que se oculta detrás de las máscaras que usamos, a las heridas que elegiríamos olvidar y a la rabia que dejamos escapar cuando nadie nos observa. Este es un espacio donde lo sucio, lo roto y lo imperfecto tienen voz.

 

Cabe señalar, que el realismo sucio no es un estilo literario para quienes buscan consuelo en las palabras. Es para los que se atreven a mirar el mundo tal como es: fragmentado, sucio, a veces insoportable. Aquí, la poesía no se disfraza ni se adorna con metáforas inalcanzables; es un grito sincero, a menudo incomprendido, que surge de lo más profundo de la experiencia humana.

Si estás preparado/a para ver la creación sin filtros, si puedes aceptar que la belleza y la fealdad son hermanas, entonces lee. Quizás en medio de todo esto, hallarás algo real.

 

Así tenemos en el poema XIII:

Las heces de animal se desglosan por el suelo. La pared

pareciera recibir golpes, de lo porosa que se encuentra.

El cielo calcina a la gente….

 

 

Pedicabo ego vos et irrumabo —decía el poeta latino Catulo. Un verso bello, rítmico, lleno de belleza léxica… Lo que significa no acompaña. Este escritor, harto de los comentarios de dos de sus compañeros, les dedicó este poema y este primer verso que, a la sazón, en una traducción algo libre, vendría a decir: por el culo os voy a dar y por la boca. Hablo de un poema del poeta romano del s. I a.c., no de ninguna obra de voz innovadora, me refiero a Cayo Valerio Catulo, poeta romano, casi, si no me equivoco,  veintitantos siglos de distancia.

 

El realismo sucio, es un enfoque que retrata la realidad cruda, desgarradora y a menudo grotesca de la vida cotidiana. Este estilo literario busca mostrar la realidad sin adornos ni idealizaciones y acá surge el nombre Bukowski

 

En multitud de ocasiones se cita a Bukowski como poeta inspirador y al que seguir, como si antes de Bukowski no hubiese nada igual, y este poeta se erigiera como el poeta de lo escatológico y lo sexual.

 

En Latinoamérica, con gran influencia de los literatos estadounidenses, el realismo sucio está generalmente asociado a una estética de violencia, donde los personajes mueren repentinamente y de forma violenta través de la escritura se hacen patentes temas como la crueldad de los barrios marginales de las grandes ciudades, la violencia, la lucha contra el hambre como mayor preocupación, las necesidades y los deseos inmediatos e íntimos de los personajes que forman parte de la clase baja generalmente, etc.[1]

 

Esta obra me recuerda, además,  al poeta Ted Hughes[2], donde muchos de sus poemas contienen una visión sombría del mundo, con una exploración de la violencia, el sufrimiento y la muerte. La violencia, tanto física como psicológica, está presente en muchas de sus composiciones. Como una guinda para la torta, podemos decir que Silvia Plath[3], admite, en sus diarios de vida, sus propios intentos por explorar la animalidad y salvajismo que distinguen la obra de Hughes.

 

Finalizar indicando que Antonia Sandoval, nos entrega una obra pujante, dinámica, casi bárbara. Fiereza que estremece y retumba. Es poseedora de una estética plástica, su verso es rico en imágenes, lenguaje crudo, sin adornos, directo y vital.

 

 

 

Ingrid Odgers Toloza



[1] https://acortar.link/kyBQvo

[2] https://acortar.link/OkRcWt

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Sylvia_Plath#Poes%C3%ADa

LA LENGUA DE MARTÍ -GABRIELA MISTRAL

 

COMENTARIO LITERARIO
LA LENGUA DE MARTÍ
EDICIONES LOM
AÑO 2013

 

POR INGRID ODGERS TOLOZA


El libro La lengua de Martí, fue escrito por Gabriela Mistral y compilado por Jaime Quezada. No se trata de un estudio lingüístico sino de una reunión de textos, cartas, ensayos y comentarios que Mistral dedicó a la figura de José Martí, a quien admiraba profundamente.

 

Este libro recoge el vínculo espiritual e intelectual que unía a Gabriela Mistral con Martí. Para ella, Martí fue una figura tutelar de América, un maestro de ética, libertad y lengua. Mistral lo considera el más alto representante de una lengua hispánica americana que no imita, sino que crea desde lo propio, lo humano y lo trascendente.

 

En los textos reunidos por Jaime Quezada podemos observar: La devoción de Mistral por Martí como educador y patriota. Una lectura profundamente ética y espiritual de su obra. La exaltación de su estilo como modelo del castellano americano. La relación entre Martí y la América mestiza, indígena y popular, que tanto inspiró a Mistral.

 

La mirada de Gabriela Mistral no es filológica ni académica, sino afectiva, poética y profética. En su escritura, Martí aparece como una voz fundadora de nuestra identidad hispanoamericana, un hombre que usó la lengua como un instrumento de redención y dignidad.

 

La lengua de Martí, en esta versión, tiene un gran valor porque nos permite ver cómo una poeta chilena del siglo XX lee y se inspira en un poeta cubano del XIX, en un diálogo que atraviesa límites geográficos y temporales. Es el testimonio del insondable sentido continental de la obra de Martí, y de cómo su lengua inspiró a múltiples generaciones de escritores comprometidos con la justicia y la belleza.

 Pedro Henríquez Ureña[1], al que debemos muchas definiciones del hecho americano, se encargó de enderezar el vocablo torcido[2]. Él prueba que nosotros llamamos "tropicales" los estilos superabundantes y empalagosos de los subrománticos franceses hospedados aquí por escritores más segundones aún. El clima nada tiene que hacer con el pecado, y para no citar sino un caso, cerca de aquí nació y pasó la infancia esencial un poeta no dañado por la calentura del Caribe: en la Martinica vivió años Francis Jammes.

 Al revés de cuanto se ha dicho, la soberana belleza tropical de América se quedó al margen de nuestra literatura, sin influencia verdadera sobre el escritor y como rebanada de él. Ojos, oreja y piel se los hemos regalado a Europa: paisaje, europeo, desabrido y neutro, es lo que se encuentra en nosotros los criollos. Antes y después de José Martí ninguno se había revolcado en lo fogoso y en lo capitoso de estos suelos.

 Hay que llamar al cubano "hombre leal" por muchos capítulos, pero, principalmente, por haber llevado el resuello de su tierra y haber vaciado la cornucopia de una geografía a lo largo de toda su obra, en la expresión hablada y en la escrita.

 ¿Qué hace el Trópico en la obra de nuestro Martí, el único que lo representa?

 En primer lugar, una calidez gobernada o suelta corre por su prosa en un clima de efusión; marca sus arengas, los discursos académicos, los artículos de periódico y las simples cartas. Yo digo calidez y no digo fiebre. Tengo por ahí pespunteada una vaga teoría de los temperamentos de nuestros hombres: los que se quedan en el fuego puro y se secan y se resquebrajan, y los que viven del fuego y del agua, es decir, de un calor húmedo y se libran del resecamiento y la muerte. Martí fue de éstos. A él lo asiste siempre la brasa confortante o un rescoldo cordial. Si como pensaba Santa Teresa nuestro encargo es el de arder, y la tibieza repugna al Creador, el Diablo es uno que tirita; bien cumplió José Martí su encargo de vivir encendido y sin atizaduras artificiales. Él ardía abastecido del combustible de su temperamento cubano-español y también del Espíritu Santo que recorre su escritura en garabateo visible.

 La segunda manifestación del Trópico en Martí sería la abundancia. El Trópico es abundante por esencia y no por recargo de bandullos o períodos. El barroco fue inventado por arquitectos no tropicales, los cuales buscando ser magníficos cayeron en gordinflonerías y excrecencias.

 Más claro se verá el hecho visto en el árbol coposo: él no es un abullonado, él es la fuerza llegando a sus topes. Hay que meter la mano en la masa de sus ramas para hallar grosuras; mirado, él es esbeltamente soberbio, nada más que eso.

 En el tropicalismo de Martí, la abundancia es natural por venir de adentro, de los ríos de su savia interna. En cuanto a natural no es pesada, no carga ornamentos pegadizos; se lleva a sí misma sin pena, como los grandullones llevamos nuestra talla...

 Además, el criollo lector, congestionado de lectura, hervía de ideas, a revés de los que siguen una sola como regato en tierra pobre; el corazonazo caliente de emocional le subía a la garganta hasta en la charla corriente; el vocabulario pasmoso les entregaba a manos llenas la expresión justa y la más feliz. ¡Cómo no había de ser copioso! Lo hicieron en grande y no hay por qué una criatura ubérrima dé la espalda a su haber y se fuerce a regímenes de arroz. Corríjasele la abundancia y Martí se nos disuelve. Que los demás escritores ecuatoriales vivan sin conmoverse delante de su gracia, negocio de ellos es, mal negocio de distracción o de renegamiento; pero dejemos que este respondedor describa su aposento geográfico que es su mesa de vivir y su lecho de morir.

 El metafórico. Otra manifestación del tropicalismo martiano es la lengua espejeante de imágenes, el desatado lujo metafórico.

 Dicen que en la naturaleza tropical fauna y flora están supeditadas al ornato y por eso resultan más hermosas que productivas; dicen que son blandas y fofas sus criaturas y que su belleza engaña como la gesticulación ampulosa y buera. La verdad es que la naturaleza, que en otras partes cumple su obligación de alimentar, aquí se da el gusto de servir deslumbrando. El árbol de la goma, el cocotero, el mismo plátano llevan vitalidad suficiente para dar mucho y les quedan todavía jugos para follajes superlativos. No sé qué hay de propietario, de asalariado en la naturaleza europea donde el sembradío se ciñe a la utilidad y no le sobra nada para fantasía y locura. El Trópico nuestro se parece a Hércules, que era servicial y magnífico en una sola pieza, vale decir, hazaña.

 Pasemos esta misma generosidad a la naturaleza de Martí: Él es un divulgador de ideas, pero como la savia le alcanza, él las echará a rodar en torrente de símiles. Por otra parte, no es cosa de olvidar que él es sobre todo un poeta, que, puesto en el mundo en una hora de dura necesidad, aceptó ser conductor de hombres, gacetillero, profesor, etc., pero que de nacer en una Cuba adulta y sin urgencias, se hubiese quedado en el hombre de canto mayor y menor, de canto absoluto.

 Como el árbol tropical que gasta mucho en la periferia florida y que engaña con que descuida el rigor del tronco, así engaña la prosa de Martí, y ha hecho decir a algún atarantado que su prosa no es sino casullas de ropería arzobispal.

 Suntuoso, es cierto, a la manera de los reyes completos que dictaban legislación, religión, costumbre y poesía, que siendo sacerdotes no descuidaron el espejo justo de trono y vestimenta y hasta solían corregir a sus costureros e inventar danzas.

 También aquí está el hombre construido en grande, que no quiere constreñirse ni mutilarse de nada y hace brazada con las cosas buenas de este mundo, hombre anti-asceta (aunque cuidase mucho de su decoro) por hallarse cerca de la naturaleza que se burla de las penitencias.

 Al lado de la extraordinaria sintaxis de Martí, está como otro pilar de su maestría, la metáfora espléndida. La tiene impensada y no extravagante, original y no estrambótica; la tiene virgínea Y siempre nueva, sin caer por reincidencia en la misma o en la semejante; "imaginífero" -D'Annunzio se llamaba así a sí mismo-, cuyo stock no se vaciaba nunca.

 La sabida frase del hombre que piensa en imágenes conviene a Martí como a ninguno de nosotros. Hay que caer sobre algunas páginas del Asia, en las cuales la poesía se traduce en una pura reverberación alegórico, para encontrar algo semejante a su escritura. Pero la diferencia con el lirismo asiático está en que, mientras aquél cae al atollamiento de flores y gemas, Martí nos hace siempre sentir el hueso del pensamiento bajo la floración.

 La metáfora cerebral y de química esotérica de los que han venido después, no era la suya; el corazón fogoso y fogueado era su proveedor de metáforas; así la tiene de espontánea y de cándida lo mismo en lo tierno que en lo colérico.

 Dicen que el estudio de un poeta lo dan sus metáforas por sí solas. El método es habilidoso, pero se nos quedarían afuera los buenos poetas ralos y hasta los ayunos de símil, que los hay. Para Martí el procedimiento resultará excelente. En su montaña de metáforas se puede descomponer su alma entera.

 La última manifestación de tropicalismo que anotaremos en nuestro hombre es la generosidad que le viene, en parte, de su riqueza misma. El temperamento criollo rebosa de liberalidades; él se derrama en hospitalidad y dispendios. Nosotros no somos pueblos de vísceras resecas, arca vigilada ni alarmas de vieja despensera. Este sol que, en vez de asistir solamente a la creación, la inunda y la agobia, nos ha criado en una pedagogía derrochadora. Estamos llenos de injusticias sociales, pero ellas derivan más de una organización torpe que de una sordidez con genital; andamos buscando un abastecimiento racional de nuestros pueblos y cuando lo hayamos encontrado, los sistemas económicos de la América serán mucho más humanos que los europeos.

 Todo lo quiere para su gente Martí: libertad primero, cultura y bienestar en seguida. Y como su estilo forma el aspa visible de su rueda oculta, las liberalidades de Martí se traducen en su lengua por una desenvoltura de señor acostumbrado a poseer y a dar. Voltéese en la mano el estilo de los egoistones y se les sentirá la reticencia en la sequedad y el temblorcito de la avaricia en la indigencia de la frase.

 



[1] Pedro Henríquez Ureña (Santo Domingo, 29 de junio de 1884 - Buenos Aires, 11 de mayo de 1946) fue un intelectualfilósofocrítico y escritor dominicano, con destacada participación en México y Argentina.

[2] Alfonso Sergio Calderón Squadritto (San Fernando, 21 de noviembre de 1930-Santiago, 8 de agosto de 2009)[1] fue un poetanovelistaensayista y críticoPremio Nacional de Literatura de Chile 1998.


sábado, 3 de mayo de 2025

COMENTARIO LITERARIO AMIGAS DE SANGRE DE LA AUTORA CONSUELO CHAURA - SANTIAGO- CHILE

 

EL TEMBLOR

En la Poesía de Consuelo Chaura

Por Ingrid Odgers Toloza

 


En Amigas de Sangre, obra de la autora Consuelo Chaura, encontramos una prosa metafórica, expresión poética simbólica vinculada a un discurso anti patriarcal, feminista. Llama la atención especialmente la crudeza del lenguaje,  las palabras como sangre, muerte, perro, colibrí, ratón, soledad se mencionan en diversos textos. Donde sangre, es sabido representa la esencia de la vida y la fuente de vitalidad. La sangre también se asocia con la muerte, ya que se cree o se creía, que la sangre sale del cuerpo cuando una persona muere. Mencionar al perro implica honestidad y bondad, su significado espiritual se relaciona con la fidelidad, la inteligencia y la protección. La palabra perro es también una metáfora que habla de los desprotegidos, los necesitados de comida y de afecto; simboliza la miseria en la que viven innumerables seres humanos. En cuanto al colibrí sabemos que es considerada un ave mensajera de los dioses o apus [1] por su agilidad y belleza. Y el ratón simboliza la vulnerabilidad y la fugacidad de los sueños. ¡Cuántos sueños se nos pierden en la vida! y ¡Cuántos tropiezos o zancadillas padecemos!

Este texto de indudable valor literario corresponde a una estética surrealista que se caracteriza por elementos oníricos e irracionales, como imágenes paradójicas y absurdas. Me recordó al escritor José Donoso y su increíble El obsceno pájaro de la noche, a su vez, trae a la memoria a la Mandrágora [2], grupo chileno de poesía surrealista. En el primer número de la revista La Mandrágora el poeta Braulio Arenas[3] define a la poesía como un elemento negro como la noche, como la memoria, como el placer, como el terror, como la libertad, como la imaginación, como el instinto y como la belleza.  Para Arenas, la labor de quien escribe poesía se basa en la desesperación, ya que supone una fuga, una especie de escape que se contrapone con los sentidos físicos, sea de manera consciente o inconscientemente. De esta alquimia nace lo que él denomina: la llama arrebatadora del dictado profético, es decir, el poema. Todo esto encontramos en la escritura de Consuelo Chaura. Impacta y arrebata. Pero, aun tenemos más:

Bajo la definición de la poesía que indica Arenas, nace el concepto de lo negro, la poesía entendida como una especie de razón dialéctica entre símbolos sexuales, el deseo y diversas sujeciones filosóficas que buscan   dispersar el pensamiento y expresar el descontento interno de la imagen lírica. Es así como observamos que el quehacer lírico de Consuelo se alinea como un ritual para declarar, denunciar, intenciones, voluntades y deseos. Nos hace ver la realidad y su miseria. La ironía de la vida. El tajo en el alma. En cuanto a la referencia en reiteradas veces a la muerte, hay que considerar que la muerte es de los primeros mitos que la literatura explora como respuesta a la curiosidad y a la angustia del hombre por la esencia y el fin de la vida.

Puede verse que la muerte en la poesía refleja el pensamiento humano de forma artística, y en algunas ocasiones melancólica, sobre esa realidad que nos concierne a todos. La Muerte -o el Guadañador- [4]expresa la evolución importante, el duelo, la transformación de los seres y las cosas, el cambio, la fatalidad ineluctable y, según O. Wirth [5], la desilusión, la separación, el estoicismo o el desaliento y el pesimismo.

Es innegable, existe una llama arrebatadora en Chaura, la desesperación y la urgencia. El temblor en su poesía es la violencia, la muerte, la soledad, la miseria,  y es que este es el canto de una sobreviviente. Un canto que bien merece ser leído.



[1] El apu es uno de los espíritus más conocidos, a veces representado como una deidad menor con un lado travieso que rara vez se deja ver

[2] El grupo Mandrágora fue fundado en 1938 por los poetas Teófilo Cid (1914-1964), Enrique Gómez-Correa (1915-1995) y Braulio Arenas (1913-1988)

[3] Braulio Arenas (1913-1988) Poeta y novelista serenense, jugó un papel fundamental en el desarrollo de las vanguardias chilenas al fundar el grupo Mandrágora.

[4] María Mercedes Contreras Torres- María de Jesús García Resendiz

La representación de la muerte.

[5] Oswald Wirth nacido en Brienz, Suiza (5 de agosto de 1860 - 9 de marzo de 1943), fue el secretario de Stanislas de Guaita

martes, 25 de marzo de 2025

COMENTARIO LITERARIO LA CAMPANA DE CRISTAL SILVIA PLATH

 

COMENTARIO LITERARIO

LA CAMPANA DE CRISTAL

SILVIA PLATH

EDITORIAL RANDOM HOUSE

 


La novela aborda temas como la depresión, la identidad, el feminismo, la salud mental y las expectativas impuestas a las mujeres en los años 50.

 Estilo y narrador: narrador en primera persona : Esther Greenwood, es la protagonista. Texto escrito con tono confesional , intimista y subjetiva, con lenguaje directo y evocador: sencillez y lirismo. Plath utiliza un lenguaje íntimo y autobiográfico, similar al de su poesía confesional. La narración en primera persona ofrece una visión profunda y personal de la mente de Esther.

 

En cuanto a simbolismo y metáforas, La campana de cristal simboliza: encierro mental, aislamiento y distorsión de la realidad. la elección de vida. La obra de Plath representa la opresión de la mente y la sensación de asfixia emocional.

 Sus temas son identidad y salud mental, expone la depresión, la ansiedad, el sinsentido y el sentido de la vida. Se debaten el papel de la mujer en los años 50, la presión social y las expectativas. Esther se rebela contra las expectativas impuestas a las mujeres en los años 50: el matrimonio, la maternidad y la sumisión. Denuncia el trato a los problemas de salud mental y la violencia psiquiátrica, como los tratamientos de electroshock.

 

En cuanto a su estructura y desarrollo, comienzo con realismo realista, que viene en psicológico, con influjos modernistas: Podemos decir que existe una unión del Modernismo con la literatura existencialista. Por otro lado, en cuanto a su influencia e importancia, podemos decir que refleja la importancia de la literatura feminista. 

La campana de cristal es literatura feminista y trata la salud mental. Posee el estilo poético de Plath. La narrativa refleja el detrimento psicológico de la protagonista a través de un estilo no lineal y fragmentado. En momentos, el monólogo interior y la prosa poética transmiten su angustia.

 

A mi modo de ver es una profunda obra narrativa, poética y psicológica de Silvia Plath, destinada a muy poco público.

domingo, 1 de septiembre de 2024

COMENTARIO LITERARIO LOBA-AULLIDOS MILENARIOS ROSA GONZÁLEZ BAEZA

 

COMENTARIO LITERARIO

LOBA-AULLIDOS MILENARIOS

ROSA GONZÁLEZ BAEZA

EDITORIAL AFTER POETRY 2021

Por Ingrid Odgers Toloza

 


Loba-Aullidos milenarios, de Rosa González Baeza es un texto que posee una poesía desgarradora que transita oscura y sexual por las páginas. Tal como Pablo Neruda, Federico García Lorca, Mario Benedetti, Alfonsina Storni y muchos más, poetas que tienen en común el plasmar temas oscuros y tristes, como el desamor y la muerte. Sus obras poéticas son desesperadamente extensas, y al leerlas invitan a una profunda reflexión de la vida, nuestras vidas, y nos incitan a comprender que de la tristeza no podemos escapar e incluso de alguna forma nos incentiva a continuar el camino.

Este poemario trae a la memoria al poeta César Vallejo y sus “Heraldos negros”, en el que el autor expresa fuerte y dolorosamente sus angustias y reflexiones sobre la vida y la muerte.

Rosa González Baeza con imágenes neurálgicas y símbolos enérgicos, nos empapa en un universo oscuro y desconcertante, donde se mezclan la soledad, la marginalidad, el sufrimiento, el sexo y la muerte. Logra conmover y perturbar con su verso intenso y obscuro.

Necesariamente viene a nuestra mente el legado de Vallejo que perdura como una de las voces más transcendentales de la poesía en español.

Rosa Amelia trabaja las metáforas de la oscuridad y la tragedia que rodean la preexistencia humana con desenvoltura y exquisito lenguaje.

No es posible evitar indicar que la poesía chilena contemporánea se distingue por un repertorio[1] copioso de escritura simbólica sobre la muerte, no desde ella, como lo recuerda Lihn en su estremecedor Diario de muerte, porque nadie escribe desde el más allá. Ese repertorio constituye la memoria de una relación en particular: la historia imaginaria de los encuentros del poeta con la muerte. La poesía de Mistral, Neruda, Huidobro, Pablo de Rokha, Parra, Rojas, Teillier o Lihn, pero también la de Pezoa Véliz, Rosamel del Valle, Carlos de Rokha, Zurita, Millán, Rubio, Barrientos, Stella Díaz, Hahn, Martínez o Harris, convierte en tradición de escritura las ficciones del diálogo del poeta con la muerte.

/Tan cerca de ti como el feto de su madre o la semilla de su fruto/, pero a la vez una negatividad que aterroriza porque es /simplemente otro ser, y su conexión contigo una fisura / aunque lo alumbres y te pudras para que sea/  (Lihn 1989: 49).

Próxima y lejana, inmanente y trascendente, insólita y familiar, fenómeno y enigma a la vez. La literatura y la filosofía de la muerte dialogan, en este caso, con singular fecundidad. Una y otra emiten, empero, sus diferencias específicas, un bello balbuceo metafórico en la zona muda misma creada por el Hápax [2]contradictorio que

/es como un clavo que el más allá clava en el más acá ¡Tan cerca y tan lejos!/ (Jankélévitch 2002: 20),

/que nos ronda como avispa / o tábano o abeja su picadura que nos crispa; / y ella al picar se muere, mas no muestra / su paradero. Muerte, ¿dónde está tu aguijón?/ (Uribe Arce 2004:41),

/que es como la puerta de entrada a /otro-mundo que es otro mundo, absolutamente otro y absolutamente en otra parte (un mundo distinto a este y fuera de este), y a pesar de todo presente por todas partes, como Dios omnipresente y omnisapiente, que está en los dos lados a la vez, del lado de acá y del lado de allá/ (Jankélévitch 2002:21).

 

El diálogo impensado de Uribe Arce (/¿dónde está tu aguijón?/) con García Lorca (/¿dónde está mi sepultura?/) hace aquí visibles las secretas comunicaciones dentro de la gran poesía hispánica sobre el enigma de la muerte.

 

Vale la pena recordar que pese a lo deprimidos o adoloridos que estemos, el mundo persistentemente vuelve a progresar. Como dice Hölderlin, no importa cuán frío y sin alegría haya sido el invierno, poco a poco reverdece el pasto y se alcanza a oír "un pájaro solitario".

 

  

Concepción,  un 1° de septiembre, día lluvioso y frío del año 2024.



[1] Atenea (Concepción)

versión On-line ISSN 0718-0462

 

[2] De acuerdo con Jankélévitch, «El hápax designa una forma, un giro que se encuentra una sola vez en todos los textos. Pero transportado a la condición humana, el hápax es la banalidad misma. No importa quién, todos y cada uno, el pobre vendedor ambulante, el vendedor de lirios de los valles en la calle es un ser único, es una singularidad excepcional, un hápax en dos pies. Es eso lo que trato de decir. La vida más insignificante y la más humilde es también una ocasión en toda la eternidad”.

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