GRITO
CECILIA PALMA JARA
EDICIONES EUTOPÍA, 2018
Por Ingrid
OdgersToloza
Escritora y
editora
En esta obra de
la reconocida poeta chilena Cecilia Palma, vemos una hablante que se mueve
entre el abismo-decisión, entre el fin y el comienzo del grito, se nace a la oquedad, con
un grito-alarido tal vez con la visión
infernal que silencia moralidad y pensamiento.
Este poemario, que
contiene breves versos, donde la palabra yergue significantes poderosos, intensos
y activos, plantea si no es acaso que el origen de la libertad es el acto
verdadero, real del grito, el grito que posee a la hablante en el trayecto de
su escritura, grito que desgarra y somete, sin embargo nuestra hablante nos
dice:”he alzado las alas y he retrocedido/ he alzado las alas y he volado/ así son
las cosas/
Pronto la poeta Palma Jara, nos conduce sutil y
dolorosamente a la prisión de la piel,
que no es más que la prisión Deste templo donde podemos
sangrar y desangrar, ante los
acontecimientos que nos circundan y/o aquellos que nos hunden en la oquedad,
ese vacío existencial que nos embarga de pronto a los creadores/as.
En lo personal el clímax del
libro lo encuentro en la página 48, indico:
Arriba
se abrazan los vientos
Un disfrute
gozoso a la intemperie
Un precoz
destino de uniones y éxtasis
Largas greñas envuelven los ocres del desierto
Una chola grita a sus antepasados una historia
De abusos
y niños tragados por la
Arena y el frío
Canta a la aurora rosácea
Inaugura el silencio
Despeja al destino sus pasos
Yo juego a extender mis alas
Pero no hay viento que se lleve mi nombre
El lenguaje
retoma aquí la densidad enigmática, pero no se trata de reencontrar palabras
sino de inquietar las palabras que decimos, de
denunciar el pliegue de las ideas, disipar los mitos que animan nuestras
palabras y hacer brillante y audible la parte de silencio que todo discurso lleva
consigo. (Foucault, Las palabras y las cosas, pág. 291).
Podemos decir,
entonces que la impotencia, vibra en este poema, y se desliza también por
nuestra piel el Grito de Cecilia, que nos interpreta tan magníficamente en
estos tiempos plenos de soledad e incomunicación.
Mi gracias querida Ingrid. Por todas estas palabras que espero merezcan mi libro Grito.
ResponderEliminarAbrazo infinito