Presentación de Ingrid Odgers Toloza
Chillán, 27 de diciembre de 2017.
Un grito al silencio
Catalina Becerra
Ediciones Orlando - 2017
Para presentar Un grito al silencio, consideré 3 aspectos:
1.
LA LITERATURA.
Escribir es tratar de comprender y, también, de
comprenderse.
Mauricio Electorat
-En la literatura existe un cierto pesimismo
generacional o es una fuerza existencial la que predomina. No conozco ningún
escritor "optimista". Existen, eso sí, más melancólicos o más
"negros" que otros u otras, pero como decía Cortázar, no se hace
buena literatura con buenos sentimientos. Eso queda para el discurso religioso;
y en general, para los discursos de "palabra directa", basados en
"la verdad", como el de la política. Ahora, todos sabemos que la
verdad no existe sino como una convención.
La
literatura nos ayuda a entender que la verdad existe solo como convención. Abre
los ojos a la realidad actual y/o pasada, según el proyecto escritural de cada
escritor o escritora. Se entiende que la literatura participa posteriormente
cuando los discursos señalan “verdades” como en la política y la religión y/o
las ciencias. Existe cierta carga como la parodia, como un juego o un acto
subversivo, donde reside la dimensión artística. En ese momento, únicamente ahí
nos señala, el mundo.
Queramos o no, los escritores somos personas
sociales, pues la literatura es una herramienta social: explora, devela
realidades, finalmente ella es la que exterioriza el estado del mundo. El alma
que ocultan los acontecimientos políticos y sociales y la interioridad de las
personas, tan ocultas, reservadas hasta que nuestros textos se publican y las
muestran. Ciertamente la poesía, la literatura en general es una forma de vivir
la vida. Y esto es textual, de acuerdo a nuestra experiencia.
2. LA POESÍA
La poesía es un arma cargada de futuro
Gabriel Celaya
Siempre ha resultado difícil abordar la relación entre el arte y la
política, incluso la propia definición de este problema trae grandes aprietos, motivo
por el cual diversos textos críticos y artículos han intentado abordar este
tema. Como plantea el sociólogo argentino Carlos Altamirano en el preludio a la
antología Poesía social del siglo XX: España e Hispanoamérica: "La expresión 'poesía social' es ambigua
y podría alimentar el prejuicio de que existe una poesía no social, pura
expresión de la subjetividad, mera efusión individual. Toda poesía es social en
la medida en que sus instrumentos son sociales; en la medida en que supone
prácticas que son sociales; en la medida en que el mundo moral e intelectual de
cualquier texto poético remite a relaciones y experiencias sociales".
Chile ha sido prolífico en creadores cuya obra transita por los
territorios de lo social y lo contingente, y muchas veces se haya
indisolublemente ligada a las expresiones políticas y sociales de su época. El
interés por la política y el arte, según el propio Huidobro, era algo inscrito
en su genealogía. "Yo siempre vivo
en lo mismo, entre mis papeles y mis libros. Con mi personalidad dividida en
dos: la poesía y la política. Algún abuelo político me tira para un lado y
algún otro abuelo o abuela imaginativa me tira para el otro." *
Tanto las obras de Neruda y Pablo de Rokha, tienen una profunda
vinculación con sus opciones políticas e ideológicas, y sus obras no se
comprenden totalmente sino se toma en cuenta el rol de la poesía como portadora
y propagadora de conceptos como justicia social, humanismo y solidaridad en la
sociedad- ocurre en Mistral- o como afilada arma de combate para fustigar al
enemigo.
Sabido es por todos y todas que a la poesía política se le culpa de inmolar
la calidad en función de su efectividad propagandística -como sucede con Incitación al nixonicidio y alabanza de la
revolución chilena, de Neruda-. Sin embargo, en ocasiones esta poesía que transita por la "cuerda
de lo cívico", como señala Gonzalo Rojas, entrega el testimonio de uno
de los más hermosos compromisos del poeta: el
compromiso con lo humano y con su suerte, el compromiso que lo hace uno más
entre todos.
3. EL LIBRO UN GRITO AL
SILENCIO…
Es la denuncia, un acto político, social que la escritora Catalina
Becerra se atreve a realizar. Ella nos dice:
Un Grito al Silencio, es un libro de Denuncia, una crítica social, en donde la responsabilidad es de la familia, del gobierno y de todos nosotros. No puedo dejar de señalar que los niños son las personas más indefensas frente a un sistema que reproduce desigualdad, pobreza y miseria.
Sus derechos han sido vulnerados al límite de fenecer. El deber de cuidarlos como lo más valioso de nuestra sociedad, es una responsabilidad de todos. Así manifiesta Catalina nuestra responsabilidad social y el compromiso a tener en cuenta.
Un Grito al Silencio, es un libro de Denuncia, una crítica social, en donde la responsabilidad es de la familia, del gobierno y de todos nosotros. No puedo dejar de señalar que los niños son las personas más indefensas frente a un sistema que reproduce desigualdad, pobreza y miseria.
Sus derechos han sido vulnerados al límite de fenecer. El deber de cuidarlos como lo más valioso de nuestra sociedad, es una responsabilidad de todos. Así manifiesta Catalina nuestra responsabilidad social y el compromiso a tener en cuenta.
La verdad, sea
dicha, somos reclamados por lo superfluo. Esta es la triste, penosa
realidad, entonces la poeta Catalina Becerra levanta su voz convirtiéndose en
la voz de los sin voz. Una forma singular y excepcional de llamarnos a unos y
otros a adquirir conciencia. Es también una forma de reparación que nos concita
a nombrar, denunciar los atroces casos de este Sename chileno y nuestro. La
esperanza permanece, incólume, viva, algo más allá de nuestras propias y
personales limitaciones podemos hacer, este es un llamado a la crítica social a
la continua e incansable denuncia, donde los talentos y habilidades de cada uno
y cada una se ponen al servicio del próximo más débil, más frágil: los niños y
niñas de Chile.
Referencias:
2. Poesía-social-del-siglo-XX
Altamirano ALTAMIRANO, Carlos (selección): Poesía social del
siglo XX. España e Hispanoamérica. Selección de obras de Alberti, González
Tuñón, Neruda, Pedroni, Vallejo, Cardenal, Parra, Linh y otros. Introducción,
selección y notas preliminares de Carlos Altamirano. Buenos Aires, Centro
Editor de América Latina, 1971. 156
págs.
3.http://www.elmostrador.cl/cultura/2017/08/14/
4. La escritura o la vida. Jorge
Semprum
* Vicente Huidobro y María Luisa Fernández. Epistolario 1924-1945.
Pedro Pablo Zegers y Thomas Harris eds. Santiago: B.Nacional y Lom Ediciones,
1997.
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