LOS
LACAYOS
NOVELA
DE
OSCAR SANZANA
EDICIONES
ORLANDO, 2014
Lacayos.
No piensan por sí mismos,
se pasan el
día siguiendo órdenes, y no me refiero solo a las del Jefe.
La televisión,
la publicidad,
el canto de
sirena de todo este podrido mundo. Hace rato que no oyen otra cosa,
que no se oyen
ni siquiera a sí mismos.
La novela de Óscar,
nos relata la historia de Claudio del Monte, sus
vicisitudes, experiencias de vida, el universo personal, laboral y la
interacción con su entorno.
El protagonista, con
estudios inconclusos, diversos emprendimientos frustrados, algunas quiebras y
un retorno a la rutina de trabajo de mano de un amigo, se ve arrastrado a dos
universos paralelos, por un lado Anastasio, de personalidad trabajólica, algo
histérica, buen administrador de negocios, un tipo exitista, amante del poder y
el dinero y por el otro el Loco Nahuel, que representa la lucha por los ideales
por aquello que se cree, desprovisto del interés monetario, con el anhelo de
construir una sociedad mejor, uno representa su pasado de rebelde universitario
y el otro es el arquetipo del futuro triunfador pero con alma muerta. En estos
mundos paralelos que pareciera que en el desarrollo de la trama se encontrarán,
se desenvuelve la vida del protagonista y su cruda existencia que mantiene en
su yo interno el humanismo que reconoce
lo ha llevado a la derrota.
El drama interno consciente o inconscientemente plantea el antagonismo entre la existencia y
la esencia, ribetes claros del movimiento
existencialista que presenta Camus, Miller, Hemingway.
Claudio del
Monte, el “rebelde”, al parecer no
encuentra el “sentido de la vida”, como dice García Sierra: Tenemos
que afirmar que la vida del individuo carece propiamente de sentido espiritual
(moral) y que el sentido de la vida sólo puede resultar (si resulta) de la
misma trayectoria biográfica que la persona ha de recorrer. El sentido de la
vida no está previamente dado ni prefigurado, ni puede estarlo, puesto que le
es comunicado a la vida por la propia persona, a medida que ella se desenvuelve.)
Por
ello, el concepto de sentido de la vida es un concepto dialéctico, no es
simplemente lo que se cree, el planteamiento que tenemos cada uno/a sino el de
múltiples aristas, los sentidos más
profundos de la vida tienen siempre algo de oculto, de inesperado e incluso de
enigmático y contradictorio con otras posibles líneas de sentido.
Anastasio en esta narrativa representa la miseria humana,
la miseria que provoca la ambición desmedida, el engaño, el andar feliz por la
vida destruyendo al prójimo llámese empleados, amantes, esposa, amigos o
competencia. Personifica lo peor de la sociedad neoliberal que nos agobia y
aturde.
Esta obra nos remonta a su vez, a la filosofía del absurdo que nace
cuando el filósofo y escritor argelino Albert Camus, partiendo del movimiento
existencialista se aparta de esa línea filosófica al publicar su manuscrito El
mito de Sísifo. También se relaciona con "El extranjero", obra del
mismo autor. La filosofía del absurdo
está vinculada al existencialismo, aunque no debe ser confundido con éste
(hay quienes la consideran un hipónimo de nihilista).
De acuerdo a la filosofía de Camus, los esfuerzos
realizados por el ser humano para encontrar el significado dentro del universo
acabarán fracasando finalmente debido a que no existe tal significado (al menos
en relación al hombre), caracterizándose así por su escepticismo en torno a los
principios de la existencia. Esta filosofía también postula que la vida es algo
insignificante, que no tiene más valor que el que nosotros le creamos. De esta
forma, puede entenderse la vida como un conjunto de repeticiones inútiles,
vacías y carentes de sentido y significado, que se llevan a cabo más por
costumbre, tradición e inercia que por coherencia y lógica...
Así lo considera Claudio.
Al clasificar el estilo del autor tendríamos que
mencionar su narrativa depresiva, realista, la forma en que se cuenta la historia es ágil
y comprensible, utiliza un lenguaje
sencillo que oscila entre el coloquial culto y el popular, logrando
perfectamente una obra existencialista no con los conflictos de la post-guerra
sino con los conflictos que nacen de una sociedad injusta, clasista y
oportunista, que lleva a desenlaces absurdos, lo que queda reflejado en el
clímax de la obra.
El tratamiento de los personajes es impecable, sus
personalidades quedan perfectamente perfiladas.
Óscar logra una verdadera interacción entre el
enunciador y el enunciatario, narración atractiva, ágil, interesante que nos
muestra en cierta forma la cosmovisión y el compromiso de este joven y
talentoso autor de la región del BioBío con la literatura. Sin duda una muestra
del excelente estado de la narrativa regional y nacional.
No dejen de leerla.
Ingrid Odgers Toloza
Escritora-editora
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