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«Leer sin meditar es una ocupación inútil». Confucio

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martes, 26 de julio de 2011

NOTAS DE CINE


CINE:
EL DISCURSO DEL REY
Por Ingrid Odgers

 Isabel, esposa de Bertie, Duque de York, afectado desde siempre de un angustioso tartamudeo lo contacta con un logopeda, Lionel Logue. Bertie, obligado por las circunstancias, asciende al trono como Jorge VI de Inglaterra.
La nobleza (realeza), y el hombre común se enfrentan y se sumergen en una terapia que les llevará a establecer un vínculo de amistad que durará toda la vida. “El discurso del rey”, está basado en la historia real del rey Jorge VI. Nos habla de las secuelas de las burlas y falta de amor y nos traslada a la impotencia, al dolor de lazos rotos por la soberbia y el orgullo y absorbemos el bálsamo de la gratitud, el perdón, la humildad, y el respeto. Todo ello acompañado de una excelente interpretación actoral.
Con una gran actuación del actor Colin Firth (Bertie, rey Jorge VI), Geoffrey Rush (Lionel Logue) el actor fracasado y terapeuta en trastornos de la voz y Helena Bonham Carter (reina Isabel) disfrutamos de una cinta que señala la importancia de la perseverancia y la fuerza del espíritu, el guión además, enaltece y ennoblece el poder de la confianza y la amistad.
Tom Hooper exhibe una dirección de lujo, actores, cámara, iluminación, música, ambientación y atmósfera excepcional. Altamente recomendable. 






CINE:
MÁS ALLA DE LA VIDA
Clint Eastwood es el director de esta cinta. Con cuatro décadas detrás de la cámara, diversos galardones consolidan a Eastwood como uno de los grandes directores de la historia del cine.
Más allá de la vida, narra la historia de tres personajes que han tenido algún tipo de contacto con la muerte: Marie LeLay (Cécile de France), una famosa periodista de la televisión francesa que a punto estuvo de morir ahogada durante el tsunami que asoló el Sudeste asiático en 2004; Marcus (Frankie y George McLaren) un niño británico que pierde a su hermano gemelo en un accidente de tráfico, y George Lonegan (Matt Damon), un hombre con el don de hablar con los muertos, algo que lleva tiempo rehusando hacer. Las vidas de estos tres personajes se cruzan.
George, es un conocido clarividente alejado de la parasicología, no tiene la fuerza que se requiere para enfrentar el golpe emocional que le confieren las sesiones con sus pacientes y  Billy, su hermano, insiste en  animarlo y apoyarlo para que retome su profesión, con su don, George puede ganar dinero, además de ayudar a las personas.  Para George es una maldición que le impide llevar una vida normal. Se siente raro y profundamente solo.
Las tres historias  avanzan lento parece que nunca, Marie y Marcus  se van a encontrar con George. Y no logran emocionar.
Lo único sobrenatural es que el protagonista principal es un parasicólogo.
La película no logra el dramatismo, esa emoción, esa fuerza de Río Místico o Million Dollar Baby. Y se extraña.




CINE:
LA VIDA DE LOS PECES

Andrés (Santiago Cabrera)  y Beatriz (Blanca Lewin), se reencuentran después de diez años. Él, un periodista radicado en Alemania, regresa y se encuentra por azar con Beatriz, la novia que dejó esperándolo en un café luego de darse un tiempo de tres meses por el miedo a comprometerse.
El protagonista, es un hombre solo, indeciso y depresivo y Beatriz una mujer joven, paciente, agradable y dulce que ha restaurado su vida con un matrimonio e hijos.
El guión carece de grandes complejidades y la acción se desarrolla en una gran casa donde se celebra una fiesta con antiguos amigos.
La cinta, La vida de los peces, se desliza lentamente en un ambiente rígido y triste.
El director ocupa un lenguaje visual, corporal, juega con la iluminación y procura dar un tono reflexivo y melancólico. Las miradas y gestos de ambos hablan al espectador, la incomunicación y pérdida de confianza es evidente. El tiempo no ha pasado en vano y a pesar del deseo de Andrés de retomar la relación y llevarse a Beatriz y a su hijo a Alemania, la mujer decide quedarse con la familia que ha construido en los últimos años.
La vida de los peces, un drama que trasmite sensaciones pero se hace larga, quizás por la falta de diálogos y el exceso de miradas.
Blanca Lewin, lo mejor siempre.

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